Ha sido una semanita ésta de lo más completa. Empezó como era de esperar: trabajando y estudiando. Que si el arte bizantino, que si el románico... Pero la cosa fue mejorando a partir del miércoles. Desde entonces he pasado por: un concierto, una cena de amigas, una exposición en el Reina Sofía con quesos y Jägermaister después, una fiesta sorpresa de cumpleaños y una comida familiar.
Pero sólo os voy a contar dos de las cosas: el concierto y la exposición. Lo demás, para mí.
El miércoles salió un plan así como un poco improvisado pero que resultó ser de lo más divertido.
Concierto de
Marwan en la sala
Galileo Galilei. Yo le conocía desde hace tiempo, cuando mi vena de
cantautores me desveló a Chaouen, Luis Ramiro, Ismael Serrano, Quique González y, también a Marwan. He de reconocer que, sin ser mi favorito (los que me conocéis sabéis que tengo predilección por
Carlos Chaouen, no lo puedo evitar), el concierto de Marwan fue una sorpresa, tanto en la música como en cómo él mismo llevó el concierto. Muy gracioso, muy cercano, y una legión de groupies que se sabían todas las canciones de pe a pa. Ah! Y me encantó que sacara a Luis Ramiro al escenario para un par de canciones.
Para muestra, un botón, "Hablemos de mí" con Luis Ramiro en Barcelona.
Y ese fue el primero. El segundo plan digno de contar es la
exposición de
Yayoi Kusama en el
Reina Sofía. Por cierto, para los que no lo sepan, es gratis entrar en el museo de lunes a viernes de 7 a 9 de la noche. Si no, son 3 euros, bastante asequible. La mala noticia, le queda sólo hasta el
12 de septiembre en Madrid.
Impresionante desde el principio hasta el final, precisamente porque la primera sala y la última son las más impactantes. En la primera podemos ver globos gigantes de lunares y pegatinas en las paredes. En la última, una sala con miles de bombillitas de distintos tamaños a distintas alturas llena de espejos: una sensación increíble. Entre medias: escultura, pintura, fotografía, que dan a conocer el talento y el carácter neurótico de Yayoi, ingresada en un psiquiátrico desde hace años por propia voluntad, aunque sigue trabajando en su pequeño estudio de Tokio.
Aquí su página oficial en inglés. En un artículo de
El País la definen como "Un universo infinito de lunares y penes". No creo que se reduzca sólo a eso, pero podéis juzgar vosotros mismos. Sin duda, sus
Accumulation Sculptures merecen la pena.
Primera sala de la exposición
Accumulation Sculptures
Última sala, performance creada para ésta exposición