Se me coló el frío por lo pies
esta mañana
al despertarse las sábanas.
Llegó hasta las caderas,
pasando por las rodillas
con el sol de mediodía.
Luego siguió por la espalda
como un escalofrío,
un dedo en mi espalda.
Y, al llegar la tarde
se me enfrió el pecho
desnudo de marañas.
Por la noche,
se me hincharon los ojos
de llorar historias...
Y así
seguimos...
Hasta mañana.
que los escalofríos sean siempre por caricias en la espalda, y que las historias que provocan lágrimas sean siempre alegres o al menos de las que aprendas.
ResponderEliminarun beso muy fuerte guapa!
te voy a buscar una manta de tamaño XXL. para que no quede un solo rincón que quede desnudo si tú no quieres.
ResponderEliminarwww.laotrapequenyita.blogspot.com
ResponderEliminarun pie con alas (azules)
mua!