martes, 22 de febrero de 2011

Semana entre el arte y la comunicación

(Suena Lissy Trullie - Ready for the Floor). Gracias Ale por tu lista de reproducción de Spotify :)

Una semana y media en un nuevo trabajo da para mucho. Mucho mucho. Da para conocer a la gente, hacerte con el modo de trabajo, conocer las políticas, con quién hablar a quién pedir ayuda y aprender. En una semana he escrito dos post (uno publicado, el otro tendrá que esperar a mañana), me han publicado una nota de prensa en cinco medios (para muestra, un botón), me he aprendido las treinta millones de contraseñas que hay en cada red social, portal y página web, me han entregado unos carteles (600 para ser más exactos que hay que enviar), he cuadrado una planilla de 25 narradores de cuentos y he tenido muy buen rollo. Esta es una parte de mi vida, que me quita lo justo y me aporta mucho, de momento.

Otra es yporquesemeocurrenestascosasaestasalturasdelapelícula. Es decir, estudiar Historia del Arte. Y lo peor, por qué se me ocurre mirar el campus virtual. Ya están preparadas las fechas de entrega de las prácticas que son: 3 de abril, 6 de abril, 10 de abril, 30 de abril, 15 de mayo y 22 de mayo, respectivamente. Este cuatrimestre me voy a pasar más de un día en la biblioteca. Por si me aburría.

Y lo mejor del fin de semana: ARCO Madrid. Dicen que menos expositores y de mayor calidad. Yo la verdad es que es la primera vez que tengo el gusto de ir, pero salí muy contenta, y con los pies un tanto hinchados. Destacables: Dora García, Paperworks Gallery de Moscú (Valery Chtak), Marco Mojica, Duck Yong Kim, Javier Calleja, Rinus Van de Velde y Juan Genovés. Y otros más se que se me escapan, más que nada porque estoy lo que se dice empezando, y fue un poco aturullamiento tanto arte todo junto con tanto moderno cargado cámara reflex en mano y apuntando nombres.

Ejemplos:

Kim, Duck Yong


Espacio líquido (Gijón)


La tranquilidad hecha estatua...


Obra hecha con trozos de vaqueros...


¡Y muchas más!

lunes, 14 de febrero de 2011

Viejas amistades

Desde el 27 de septiembre este blog anda un poco abandonado. Por no decir mucho. ¿Por qué? Cúmulo de circunstancias, I assume. Trabajar mucho, tener poco tiempo y poco que contar, sobre todo poco que contar, o más bien no saber cómo. Parece que cuando estás bien no hace falta sacar las cosas en modo blog, pero después de mucho pensar, puede que sí. Otro punto es pensar que lo que cuentas no le interesa a nadie, aunque tampoco es del todo cierto, siempre habrá alguien que te lea y, o se identifique, o se aburra, o incluso se ría.

Allá en el 2007 me dió la fiebre del Fotolog. Aquello de las fotos y contar un poco tu día a día tenía su gracia, sobre todo cuando estás de Erasmus y a la gente en Madrid le encanta saber los 5 días a la semana que te has ido de fiesta, o las situaciones surrealistas que vivir en otro país y estudiar en otro idioma te brindan (véase el episodio con la fotocopiadora).
Luego llegó Facebook (Tuenti no cuenta porque acabé renegando de él, siempre negaré que tuve "un Tuenti"), y Twitter, con su apogeo y su indiscutible utilidad. Y como me cansé de las fotos y mi vida de expatriada, creé un blog. Algo más serio, oiga, pensé. Empecé a escribir y lo dejé, who knows why.

Para hacer cosas nuevas hacen falta cambios. Otra cosa no, pero de eso en mi vida últimamente hay mucho. He cambiado de trabajo, el que tengo ahora me gusta mucho y me deja tiempo libre; he empezado a estudiar historia del arte; tengo dos sobrinos con los que no puedo dejar de babear; Ya lo Dijo Casimiro Parker y la poesía independiente se hacen famosos (y me encanta ser parte de ello); sigo dando clases de inglés a un niño muy vago pero muy listo; y me estoy haciendo mayor. Sí, pensaréis que soy una agonías, pero mi primera cana me ha hecho daño. Por todo ello he pensado que retomar un blog ya creado, aunque con otro punto de vista, siempre puede estar bien.

No sé muy bien dónde va a llegar ésto y qué voy a contar, pero lo voy a intentar, eso sí. ¿Seguiré escribiendo historias? Supongo que alguna caerá. ¿Empezaré a ser una repelente sabionda historiadora del arte? Probablemente, e incluso me sentiré orgullosa. ¿Comentaré noticias y hechos que me gustan, me desesperan, o me llaman la atención? Espero.

Sólo creo que es importante, tener un lugar donde poder expresarte y compartir gustos e inquietudes. Compartamos, pues.

¡Aquí está! Let's get started...

PD: Punset dixit... "Un hombre que comparte su vida con una mujer vive 6 años más de lo que hubiera vivido estando solo. Una mujer, 2". Pues eso, feliz Día de San Valentín, feliz Día de el Corte Inglés, gracias Punset ;)

lunes, 27 de septiembre de 2010

En la esquina de la calle Alburquerque

Hace un par de noches me crucé con una niña en la esquina de la calle Alburquerque. Una niña rubia, de enormes ojos verdes que lloraba en silencio y le faltaba un zapato. Un zapato de charol. Estaba sentada en un banco, balanceándose adelante y atrás sistemáticamente. Su vestido, rojo, con rayas blancas.
Lloraba en silencio. Los recuerdos le aterraban. Lo que está pasando aún le aterra. "No te han sabido escuchar, no te han sabido hablar, y mucho menos querer".
Se acordaba de su hermano, se veía reflejada su sonrisa en los ojos vidriosos. Lloraba por si es posible no sufrir, por si se puede no llorar, porque lo que sabía y lo que no. Había perdido su zapato en el camino de la adolescencia y nadie lo había encontrado. Nadie le había dado ni siquiera un calcetín para que el frío no se le escapara por los pies.
Entonces, en ese mismo instante en el que yo miraba y me reflejaba, una mano le ofreció una manta, su calor, muchos kilómetros de confesiones a los que aferrarse y un zapato de charol que hacía juego con su vestido a rayas.

martes, 23 de marzo de 2010

El Punto de Inflexión

No puedo dejar de sentir cómo el corazón se me sale por la boca. La sangre bombea en mis venas, retumba en mi cabeza, con mucha más potencia de la necesaria y debida.

¿Impotencia?


- “No me lo creo…” - me dijo mirando al techo, tumbado en la cama como el soldado al que acaban de herir en plena batalla sin previo aviso.

Cuando me mira con esa cara entre decepción y una culpabilidad que no debería sentir.

- “Hay días en los que es mejor no hablar, y habrá otros en los que gritar será la única opción” – y mientras pronunciaba sus palabras más estudiadas, no cambió ni un ápice su postura, un brazo por en encima de la cabeza, el otro reposando en su pierna desnuda.

Es muy difícil hablar de manera normal, con un tono pausado, respiración lineal, lo típico. No sé ni siquiera si muchas veces somos capaces de unir las flechas que van desde la cabeza a la boca para salir en forma de sonido, tengan o no sentido.

- "Tú no gritas nunca, y quizás deberías”- dije yo a modo de defensa ridícula e infantil que no me llevaba a ningún sitio más que al descrédito de pasar la bola.

Entonces es cuando me lo exijo. Y me salen los fantasmas para tratar de arreglarlo. Sólo algunos. Te los echo injustamente y después me duermo.

- "Pero no te estoy mintiendo, eso te lo aseguro" – eso él nunca me lo perdonaría. Yo tampoco me lo perdonaría.



Y así, llegamos al punto de inflexión. Donde volvemos a empezar, donde los abrazos vuelven a ser los primeros, donde se confía sin mirar. Siempre se puede volver al punto de inflexión. Sólo hay que saber cómo mirar, aunque las miradas aún estén por crecer.

miércoles, 27 de enero de 2010

24

Cerró la puerta muy despacio.

Pensó que, al ser la última vez, si no hacía ruido, ella se sentiría menos sola. Como si fuera a volver a las 4 de la mañana, tropezándose con las cómodas y las sillas, apagando las luces que se dejaban encendidas a propósito.

Como todas las noches, dejó un vaso de agua en la mesilla y besó su frente antes de salir de la habitación de puntillas. Pero esta vez cerró la puerta muy despacio. Tan tan despacio que no sabe si llegó a cerrarla del todo, por si acaso...

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Propósito 2010

Seré


....el rincón


de tus silencios...












Lisboa 2009. Foto Sr. Silencio.
Recopilación 2009.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Luces de Madrid

Me estallan en la cara
las luces de esta ciudad.
De este Madrid que me resulta
tan extraño como frío
tan distante como arisco.
Todas las noches de invierno
día tras día
cuando el sol se apaga
salgo corriendo de mis pasos
(que mis huecos no me persigan,
por favor)
no quiero tener que arrepentirme
una vez más y a posteriori
de las sanguijuelas que escupe mi boca.

Día tras día y
noche tras noche,
recorro baldosas a la carrera,
hablo deprisa,
como sin ganas,
bebo hasta que un diablo azul
me recorre las entrañas.
Sólo cuando anochece
aparece la cara de la luna
que dice envidia tu energía
quiere hacerla suya
perdiendo su credibilidad
cuando al alzar la vista la veo
meciéndose feliz en el cielo.
Y mientras ella vela
por transeúntes de calles desiertas,
esas luces se meten en mi sien
estallando de una en una,
impasibles, sin descanso,
haciéndome desear ser luna.

Mientras tanto, procuro
guardarme una sonrisa
mezclada con zumo de tomate
sal, pimienta y valentía
en el fondo del abrigo.
Lo que nunca aprendo
es que siempre se me acaban
y también olvido
la de repuesto en casa.
A cambio, me salen las ganas y los besos
del tiempo que te robo cada día
mientras me arrepiento del que pierdo
en chorradas y lamentos.

Recorro a zancadas
las luces de Madrid,
día tras día,
noche tras noche,
guardando un pétalo de rosa
para ponerme en la solapa
donde enganchar tus manos
y una sonrisa gastada
para que no se me olvide que mañana
recorreré luces y baldosas
amarillas, rojas, azules,
o del color que tu quieras pintarlas
de acuerdo a mis caprichos
con un abrigo nuevo
y las mismas zancadas.